jueves, 23 de febrero de 2012

LA MIRADA DISCIPLINADA. ¡ALFRENTE, A LA DERECHA! LA FOTO DE CARNET

Josep Puig

[Proyecto de investigación y creación fotográfica enmarcado en el hecho histórico-fotográfico, y sus derivaciones estético-formales, de la ordenanza de Franco del 2 de marzo de 1944, i de la creación en 1951 de la primera "cédula de identificación personal" con retrato fotográfico]








Beca de Recerca i Creació 
en els Àmbits Artístics i del Pensament




Julián Álvarez, diciembre 2011

 
PRIMERA PARTE. LA PROPUESTA 

INTRODUCCIÓN

Para la mayoría de los españoles que en su día hicimos el servicio militar obligatorio la frase "al frente a la derecha" tiene resonancias autoritarias (desfiles militares, jura de bandera, etc.). La frase relaciona la “mirada” con el concepto de “autoridad”, y tuvo su correlato iconográfico en la “foto de carnet” al frente a la derecha de la “cédula de identificación personal” ordenada por Franco e impuesta en 1951 a todos los españoles mayores de 16 años. El generalísimo se adjudicó el simbólico número uno.

La orden de identificar a cada persona se hizo extensiva a toda España, con la consiguiente creación de equipos viajando por todo el país para registrar, e identificar con un número, a todos y cada uno de los españoles mayores de 16 años. Ello supuso para los fotógrafos un plus de actividad, pues por vez primera la “cédula de identificación personal” debía incorporar el correspondiente registro fotográfico, o foto de carnet. La imposición de este documento implicaba también la obligatoriedad de ponerlo a disposición de la autoridad “competente” siempre que le fuese requerido. 


JOSEP PUIG I JORBA. Esparreguera, un caso particular


En 1953 Josep Puig, fotógrafo de Esparreguera (Foto Puig), cubría la totalidad de eventos, oficiales y civiles de esta villa a las faldas de Montserrat. Ese mismo año -1953- Josep Puig realizó, según las indicaciones de fondo y forma que disponía la ordenanza, las primeras tandas de fotos de carnet a centenares de vecinos de Esparreguera y localidades vecinas.

Josep Puig; tiene hoy 87 años y nunca se deshizo de aquellos negativos, ni de otros muy anteriores en soporte cristal que hoy pone a nuestra disposición. Desde 1975 organiza en el vestíbulo de su casa exposiciones fotográficas a partir de su propio archivo fotográfico y documental. En julio y septiembre de 2010 mostró en dos tandas 160 ampliaciones (18x25 cm.) de retratos (mitad hombres, mitad mujeres) de vecinos del pueblo obtenidas directamente de los negativos realizados en 1953, muy al inicio de la campaña para “identificar/fichar” a los españoles, y que tienen de particular y en común ser las primeras fotos de carnet realizados de acuerdo a la ordenanza de Franco de 1944.

Gracias a su vocación conservacionista (actual Archivo Puig) disponemos hoy de los negativos originales (película b/n) de aquellos retratos de “carnet” que no tenían otra finalidad que la de identificar y relacionar un rostro (y sus datos personales de identidad) con un número irrepetible de varias cifras. El encuentro con esta singular exposición de “esparraguerins del ’53, suposo el inicio de mi particular interés por este material fotográfico de notable valor histórico.


EL RETRATO DE CARNET, según la normativa de 1944  

El registro fotográfico del rostro debía ser sobre fondo liso blanco. La perspectiva frontal y el encuadre ¾ vertical. El punto de vista de la cámara a la altura de los ojos. El rostro ligeramente ladeado para mostrar la oreja izquierda, ocultando la derecha. Se hacían cuatro copias, una para fijar en el documento, y las otras para diferentes archivos. El interesado únicamente se quedaba con aquella que no le quedaba más remedio que llevar siempre consigo para identificarse frente a la autoridad competente. Un año después de la muerte de Franco, en 1976, la mirada oficial en la foto de carnet deja de ser “al frente, a la derecha” y pasa a ser democráticamente frontal.


¡AL FRENTE, A LA DERECHA!

La indicación "al fondo a la derecha (o a la izquierda) nos conduce en general  a los lavabos de cualquier establecimiento público. Por el contrario, ¡al frente, a la derecha! nos alerta y activa la mirada, sin detener la marcha, en una determinada dirección, en la vida cotidiana o contexto militar. Para el cerebro, o quizás únicamente por inercia cultural, lo previsible y aceptable casi siempre ocurre a nuestra derecha, en tanto que lo imprevisible e inaceptable ocurre a nuestra izquierda. Con esto únicamente queremos significar el alineamiento social y cultural entre el lenguaje y las rutinas fuertemente interiorizadas y mas o menos conservadoras, o creativas, con las que nos movemos y comportamos en el día-a-día.


La orden militar "¡al frente, a la derecha!" es muy anterior a la normativa fotográfica de Franco (2/3/1944), la cual se hace efectiva a partir de 1951, en plena represión franquista. Tiene sentido, pues, que en el diseño y composición del retrato de la nueva cédula de identificación (o DNI) se tuviese en cuenta además del registro fotográfico de las características físicas de cada particular, la traslación simbólica del gesto (congelado) "al frente a la derecha" a la fotografía de carnet. El retrato así concebido se carga de sumisión simbólica a la bandera, a la patria u, por extensión, a la autoridad i disciplina militar del régimen. El DNI, como la cartilla militar, nos recuerda que en cualquier momento se nos podía requerir para servir a la patria, o para identificarnos y testimoniar nuestra adhesión al régimen.


LA MIRADA DISCIPLINADA

 



















Ejercicio de recreación del retrato oficial de los Reyes con alumnos de 8º de EGB. Dibujo de Toni Batllori. Barcelona, 1982.


Por alguna razón desde el principio el interés por este material fotográfico de Josep Puig, expuesto en el vestíbulo de su propia casa con el título de "Esparreguerins del 53" se manifestó en términos de la "mirada disciplinadas"..., quizás porque todavía resuena en mi cabeza la frase ¡al frente, a la derecha! del servicio militar obligatorio. Quizás porque recientemente me he re-encontrado con un artículo propio sobre el retrato institucional de Juan Carlos y la reina Sofía para la revista "Papers de Joventud" (El espacio y la mirada en el retrato fotográfico. Julián Álvarez. Barcelona, 1983).

Pero,  ¿que tiene que ver "al frente, a la derecha" con la mirada disciplinada? ¿Hasta qué punto nuestra mirada, la de los que hicimos el servicio militar obligatorio es heredera, o no, de aquel "al frente, a la derecha", más o menos interiorizado durante el servicio militar? ¿Y las mujeres para las cuales no existió el servicio militar obligatorio, pero la foto de carnet de ellas también eran "al frente, a la derecha"? ¿Y la de los jóvenes, para los cuales el servicio militar dejó de ser obligatorio desde 1995? ¿Y la de aquellos que voluntariamente  han optado por el ejército como salida profesional, pero siguen participando del ritual !al frente, a la derecha!? ¿De qué manera, y en qué medida la mirada unos y otros está o no disciplinada?  Especulación en torno de la resonancia social y cultural que aquella sumisa y, reverencial y obediente mirada tuvo en la formación de una cierta MIRADA DISCIPLINADA.


SEGUNDA PARTE. MEMORIA DE EJECUCIÓN

El presente trabajo, motivo de la beca de Recerca i Creació en els Àmbits Artistics i del Pensament (2011) sobre el concepto y praxis fotográfica de la “mirada disciplinada”, y sus derivaciones “¡al frente, a la derecha!”, o la “foto de carnet”, se plantea no tanto como investigación sino más bien como ensayo, como aproximación, desde lo general a lo particular, a la mirada en su formulación visual más extendida pero menos considerada, la foto de carnet.

Aproximación, o ensayo, desde la intuitiva reflexión personal; y el testimonio de acreditados estudiosos y profesionales de la imagen. Retrato, o foto de carnet, que a todos nos concierne e implica y que, sorprendentemente, que sepamos, no ha sido objeto de análisis a pesar de que durante 25 años (1951-1976) todos los españoles mayores de 16 años tuvimos la obligación de llevar encima. Me refiero específicamente a la foto, y no tanto al documento de identidad en su conjunto (suficientemente historiado y categorizado), cuya función obvia y práctica era la de identificar, de la manera más objetivamente posible, al sujeto portador.

Como coinciden en señalar Romà Gubern y Josep M. Català en sus respectivos testimonios audiovisuales, que entre otros forman parte de este ensayo, el formato “foto de carnet” implantado durante el franquismo viene a ser una síntesis, un -in betwen- dice Romà Gubern, entre la imagen frontal del rostro (vigente en la actualidad), y la completamente lateral que, junto con la frontal, sigue siendo el estándar fotográfico en los archivos de la policía para reconocimiento de los delincuentes. Y tiene su lógica desde la óptica represiva del franquismo. Sin duda el retrato del rostro ligeramente ladeado, mostrando una oreja y ocultando la otra, proporciona mayor nivel de información que la estrictamente frontal o lateral.

Pero siendo esta concepción del retrato el objeto de nuestra atención, que por lo demás fue el estándar en los retratos pictóricos del Renacimiento, tal como a su vez indica Josep M. Català, sin embargo nuestro interés, además del reconocimiento de una realidad objetiva, pretende indagar en la correlación física, y sobre todo simbólica, entre aquél modelo de foto y la orden castrense a la tropa -“¡al frente, a la derecha!”- al pasar frente a la tribuna de las autoridades en los desfiles militares, por ejemplo. La photo-finish de ese acto-reflejo, imagen congelada de un instante, sintetiza simbólicamente la sumisión y aceptación sin matices de la ciudadanía a la AUTORIDAD, Militar en primera instancia; Policial y Administrativa por consiguiente. Consciente, o puede que no, pero tanto da, en nuestra opinión se extrapoló a la foto del entonces novísimo DNI la condición de soldado-súbdito de todos los españoles a las órdenes del  Generalísimo, “por la Gracia de Dios”, como recuerda Romà Gubern.

Aunque el “modelo Franco” de foto puede que no fuese exclusivo de España (en Europa la foto de carnet en general era entonces frontal, pero en países como Inglaterra o Estados Unidos ni siquiera existía el DNI), sin embargo el contexto histórico de represión y vigilancia policial generalizada favoreció en 1944, es de suponer, la urgencia de identificar fotográficamente a todos los españoles de un bando y del contrario, pero dicha urgencia no llegó a materializarse hasta 1951, con la entrega simbólica a Franco del primer DNI de la historia de España.

Documento de un contenido y valor simbólico extraordinario. Hoy es difícil, por no decir imposible, determinar a izquierda, derecha o al centro, si queda algo de aquel “miedo” generalizado, o respeto acongojado a la “autoridad competente”. Quizás desde la sociología se podría aventurar comportamientos residuales miméticos, actos-reflejo, de aquella “cultura del miedo” que la frase ¡al frente, a la derecha! simboliza y representa.

Como manifiesta Paco Elvira, “toda foto de carnet es asimismo un retrato”, pero a diferencia del retrato en el que el fotógrafo se “autorretrata” en el sujeto fotografiado (“el qué” remite al fotografiado, y el “el cómo” al fotógrafo), en la foto de carnet es la institución represora la que se “proyecta“ en el rostro del fotografiado a través de la normativa mirada oficial de la autoridad. El fotógrafo de carnets en estos casos ejerce su oficio por delegación institucional, despojando al fotografiado de todo signo expresivo que le singularice. El retrato no es en estos casos “espejo del alma”, como suele decirse, sino más bien “caricatura aséptica de sí mismo”. La expresión no debe distraer de lo esencial: los rasgos físicos que conforman al sujeto. En este esfuerzo de neutralidad expresiva en el que participan ambos, el fotografiado se esfuerza para reprimir sus emociones y el fotógrafo su autoría o estilo.

Al parecer, este tipo de retratos, intencionadamente des-provistos fotográficamente de interés, consecuentemente no han merecido la atención de los estudiosos en general, siendo que, precisamente, es en su aparente condición anodina donde se ocultan los resortes de nuestras respuestas y comportamientos más espontáneos e interiorizados, los que mejor definen nuestra individualidad. Por el contrario, en España, desde la primitiva “cédula de identificación personal”, que no incorporaba foto, hasta el moderno DNI digital actual, su evolución está bien historiada, pero en general no se va más allá de lo estrictamente fenomenológico.



ESPARREGUERINS DEL '53

Vídeo: Josep Puig [16'36"]
Mucho antes de que se pusiese de moda en el mundo del arte la fotografía de archivo, desde hace más de tres décadas Josep Puig, singular personaje de Esparreguera, ya organizaba en el vestíbulo de su casa, abierto al público y con rigurosa cadencia mensual, exposiciones fotográficas sin más apoyo que sus propios y modestos recursos, y sin otra voluntad que la de dar a conocer la historia de su pueblo natal: efemérides religiosas, festivas, deportivas,  y sociales, entre otras.
Entre las muchas exposiciones que organiza anualmente, quizás una de las más sorprendentes, y llamativas fue la que en julio y septiembre de 2010 tituló “Esparraguerins del’53”, con 160 ampliaciones 18x25 (80 hombres y otras tantas mujeres) a partir de una selección de negativos b/n de fotos de carnet que él mismo había realizado ese año con motivo de la muy reciente obligatoriedad de incluir una fotografía en el nuevo documento de identidad.

Fue esta singular exposición de fotos de carnet la que me llamó poderosamente la atención y, gracias a la cual, se ha desarrollado este proyecto. Tuve entonces ocasión de hacerle una breve grabación en vídeo que, más recientemente, una vez concedida la Beca, y con tal motivo, he ampliado y editado con el título de ¡AL FRENTE, A LA DERECHA! Vídeo que forma parte, como pieza independiente, del DVD que se adjunta con el título genérico de: “La mirada disciplinada. ¡Al frente, a la derecha! La foto de carnet”.
“Esparreguerins del ‘53” es un valioso documento histórico de Esparraguera. Y también un homenaje fotográfico del autor -Josep- a los cientos de vecinos que en 1953, de buena o mala gana, pasaron y posaron por el estudio Puig para dejarse fichar fotográficamente. Y en cuanto al vídeo, por lo que a mi respecta, un homenaje al autor de tales retratos que, con 85 años, tuvo el acierto de exponerlos públicamente y, como si fuese ayer (1953), nos regala substanciosos comentarios sobre algunos de los “esparreguerins” retratados. 

Nota: A diferencia del resto de protagonistas, que se expresan en castellano, Josep Puig lo hace en su propia lengua y, consecuentemente, el vídeo está formulado en catalán.




BUSQUEDA Y LOCALIZACIÓN DE CONTENIDOS

El abordaje inicial de la “investigación” se concretó en la búsqueda de textos sobre el retrato fotográfico en general, tema del que hay abundante y muy interesante bibliografía. También sobre la foto-ficha-policial, ámbito fotográfico éste más concreto pero del que también se ocupan la mayoría de autores que tratan del retrato, ya sea pictórico o fotográfico. Y, asimismo se atiende, aunque en mucha menor medida, a la “foto de carnet”.

En “La fotografía como documento de identidad”, de Juan M. Sánchez Vigil y Belén Fernández Fuentes se escribe: 

Afirma Roland Bathes en "La cámara lúcida" que toda fotografía es un certificado de presencia, por lo que el retrato fotográfico sería el certificado de presencia del individuo, el documento que legitima socialmente, la constatación incluso de nuestra existencia. Con esta premisa se explica que las tarjetas de identificación (documentos oficiales del país, pasaportes, bonos de transporte, carnés de prensa, tarjetas de crédito, etc.) incorporen el retrato fotográfico como documento que valida (revalida) la información contenida (relación texto-imagen), por lo que nuestra existencia depende, al menos parcialmente, de la similitud de los rasgos entre el "yo presente" y el "yo representado".

La investigación se reduce en esta primera fase de documentación a revisar unos cuantos autores y a constatar que en ningún caso se menciona la posible relación formal entre la foto de carnet y el saludo militar en la España de Franco de 1951 a 1976. La necesidad de apuntalar la opinión personal de que el modelo de foto de carnet vigente durante esos 25 años de dictadura franquista obedecía a la necesidad del régimen de trasladar simbólicamente a la ciudadanía, hombres y mujeres indistintamente, su condición de individuos al servicio del régimen militar en permanente estado de reserva. Pero también la condición generalizada de súbditos “bajo sospecha”.

Para confirmar o desestimar esta premisa personal, se propuso a una decena de acreditados profesionales, de la imagen y otros ámbitos, responder-a-cámara a un breve cuestionario con el mismo título genérico del proyecto en cuestión, osea: “La mirada disciplinada. ¡Al frente, a la derecha! La foto de carnet”. De los interpelados a participar seis aceptaron la invitación:

Vídeo: Alfonso Levy [18'00"]
Todos ellos recibieron previamente un texto con las preguntas que se les formularían, el planteamiento general del proyecto, y la premisa, o “proposición” de que en dicho período la “foto de carnet” (reproducción de un gesto castrense) vino a ser,  como la medalla al cuello para los católicos, la marca registrada del régimen en los bolsillos de los españoles mayores de 16 años.

En cuanto al cuestionario, es el propio título del proyecto:, “La mirada disciplinada. ¡Al frente, a la derecha! La foto de carnet”, que se formula en tres tiempos-frase que apuntan al rostro como geografía humana objeto de la investigación, el que nos proporciona los titulares de las preguntas a responder:




- La mirada en el retrato fotográfico
- ¿Retrato o autorretrato?
- ¿Todas las miradas están disciplinadas?
- ¿Qué te sugiere la frase militar ¡Al frente, a la derecha!?
- Relación entre la frase ”Al frente, a la derecha” y la foto de carnet de 1951-1976

Video: Paco Elvira [11'47"]
Video: Francesc Puntí [5'48"]
En cuanto a las entrevistas, o más bien “testimonios videográficos”, a excepción de la realizada a Josep Puig, el resto se formularon atendiendo en cada uno de ellos a los mismos términos y criterios formales de realización: Ausencia de entrevistador. Presencia del interlocutor “fuera de campo”, al que el invitado interpela únicamente con la mirada. Encuadre fijo en “primer plano”, a la altura de los ojos, simulando una cierta correspondencia con la foto de carnet. Cada uno de los registros se efectuó en el espacio propuesto por ellos mismos, y se han editado como unidades independientes entre sí, pero con el mismo título general y el nombre propio de subtítulo. Todos los documentos se han realizado en alta definición (HD/16:9) y tienen diferentes duraciones




En cuanto al equipo de producción de los documentos audiovisuales, aparte del autor de la investigación Julián Álvarez, que es a su vez productor, realizador, documentalista, y montador de la totalidad de los vídeos, incluido el DVD que los contiene, han participado en la producción Jorge Peña, en calidad de operador de cámara, Rosa Puig como ayudante y foto fija, y Josep M. Jordana en la programación-autoría del DVD.

Como dice Alfonso Levy en su intervención videográfica en el DVD que se adjunta: 

La realidad excede las costuras de esa tarjetita que es el carnet de identidad, eso es la matriz, es la ficha, pero luego podemos ver que esa falsilla está espejeada en muchas cosas y con mucha intención, por eso me parece, co he dicho, de pulmón, de oxígeno, que se haya siquiera articulado la pregunta. ¿Ese desplazamiento que hubo del "frente a la derecha" del servicio militar a la foto obligatoria, tiene intensión? SI.


En esta investigación sobre el “modelo Franco” de la foto de carnet, la aportación del autor se ha limitado a formular (-me) la pregunta que ha desencadenado una serie de reflexiones, propias y ajenas, que no calificaré de conclusiones. Las propias se han trasladado a esta Memoria con el orden y acierto que mi capacidad me ha permido. Las otras, las ajenas, las más autorizadas, los testimonios formuladas espontáneamente frente a la cámara, las más interesantes en definitiva, abordan “La mirada disciplinada. ¡Al frente, a la derecha!” La foto de carnet” desde sus particulares y profesionales puntos de vista, aportando contexto teórico y concreción particular.

Como supongo debe ser en otros ámbitos, toda investigación se articula a partir de una simple pregunta que deriva en una hipótesis, o premisa de trabajo. Así ha sido en nuestro caso. La concesión de la “Beca per a la recerca i la creació en els àmbits artistics i del pensament” ha sido el argumento definitivo para tratar de ahondar y abundar en esa pregunta a la que uno mismo se responde con esa hipóteis previamente establecida a la que las otras voces (a cámara) responden con matizadas dudas, afirmaciones, y consideraciones. En realidad no importan las conclusiones, importan los argumentos y reflexiones propiciados por la pregunta recogidos en esta Memoria y el DVD que se adjunta.

NOTA. En España la Orden Ministerial del 7 de mayo de 1946 estableció oficialmente la incorporación a la cédula de identificación personal, antecedente del actual DNI, además del texto con sus datos personales, una huella dactilar, y una fotografía del titular. La posterior orden de 2 de enero de 1951 especifica que se ha de realizar 3 copias de 25mm x 45mm fondo blanco pero no se aportan indicaciones referente al encuadre del rostro, por lo que el encuadre era más o menos frontal. El 15 de febrero de 1957 se regulan las característica de la fotos manteniendo el tamaño, pero indicando la mirada al frente ligeramente ladeada a la derecha para ocultar la oreja izquierda. A partir de 1971 se aceptaron las fotos de carnet en color con idénticas caractícas en fondo y forma que las anteriores, pero en 1979 se suprimio la obligatoriedad de la foto en color hasta 1996, año en el que el Ministerio del Interior resolvió considerarla obligatoria.




TERCERA PARTE. PERSPECTIVAS DE FUTURO

En la propuesta que se presentó a la convocatoria del CoNCA de “Recerca i Creació” se hacía constar que el proyecto se planteaba en dos fases independientes, pero relacionadas formal y conceptualmente entre sí: esta primera cubierta por la beca y que se cierra con la entrega de la Memoria y un DVD interactivo con todos los contenidos audiovisuales; y una segunda de EXPOSICIÓN FOTOGRÁFICA con el mismo título de: La mirada disciplinada. ¡Al frente, a la derecha! La foto de carnet

En esta segunda fase se abordará la producción, en co-autoría con la fotógrafa y diseñadora gráfica Rosa Puig, de una exposición fotográfica centrada en la “foto de carnet” partiendo de los negativos del archivo Puig de 1953 y de épocas anteriores. La exposición se apoyará e incluirá buena parte de la documentación (textos y vídeos) que forman parte de esta primera parte. Se plantea, pues, la continuidad lógica y natural de un proyecto de investigación que se expande a una propuesta eminentemente visual, de mayor alcance social, interés artístico, y difusión mediática.

Una propuesta expositiva que incorpora los argumentos y reflexiones relacionados con la MIRADA DISCIPLINADA; que abunda con películas de archivo y otros materiales gráficos en el concepto ¡AL FRENTE, A LA DERECHA! Y que, sobre todo, se centra en el retrato y LA FOTO DE CARNET como protagonista de la exposición, que propone un acercamiento más cercano a la especulación artística y el ensayo fotográfico-audiovisual que a la reflexión teórica. Propone una lectura crítico-analítica de aquél período a través de la foto de carnet que hemos asociado conceptualmente a la frase “¡al frente, a la derecha!”. Pero también llamar la atención y destacar aquellas fotos de carnet que se fueron quedando en los archivos de la Policía y que por anodinas nadie reclama o hecha en falta. Exposición fotográfica a partir de negativos realizados por un único fotógrafo, Josep Puig; de sujetos que residían en una misma población, Esparreguera, y en un mismo año, 1953.

Julián Álvarez García. Barcelona, 20/01/2012
Julian50@telefonica.net
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